Una vez que se asoma la temporada de mango, despiertan en guayaquil los sentimientos sudamericanos que talvez se han dormido en algunos. Esta fruta saca a flote muchas tradiciones y recuerdos que no aparecen durante los meses secos y fríos del verano.
Los niños roban, y los grandes quisieran ser niños para robar, el codiciado fruto verde que decora todas esas matas que han pasado tantos meses desnudos. Los que arrancan los más pequeños brotes son reprendidos por criaturas más pacientes, que si sacas los mangos tan chiquitos no tendrás el gusto de llenarte la barriga una vez que la fruta ha alcanzado su tamaño mayor. Que si los sacas chiquitos no habrá ninguno que crezca a ser maduro. Pero son en vanos todas estas advertencias, porque una vez que a los mangos les da la gana de salir, salen en gajo…
Digo que despiertan los sentimientos sudamericanos, porque esta fruta se regala y se comparte más que ninguna otra, y esa virtud de la generosidad es básica en la receta del alma latina. Conozco a pocos que no les guste el mango…y la mayoría podría comerlo varias veces al día y no hartarse (me incluyo). Por eso, y como todos tienen una tía o un padrino o una vecina con una mata de mango, es un regalo común que no deja de ser apreciado por el receptor.
Las recetas varían al pasar las semanas. Primero, las ensaladas de mango verde con sal, pimienta y limón. Después, esos frutos amarillos medios dulces gigantes que alimentan a la familia entera. Al final de la temporada, solo se encuentran los de chupar, y sus cáscaras desechadas en calles por toda la ciudad.
¡Que viva el mango! No te olvides de compartir, sale más barato.
miércoles, noviembre 01, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)

4 comentarios:
ay, los mangos! que injusticia que la vida de los mangos continue mientras yo este ausente!
Ya se me hizo agua la boca
jaja, chévere! escribes bien, oye.
Bueno dejame decirte que nunca robe un mango.
Yo robaba de a gajo:p.
Resulta muy tentador caminar por las noche a lado de una de esas matas cargadas de todos ellos y no tomar uno por accidente, no te parece que es iligico no hacerlo?
Daniel L.
Bethany it's open to anyone. angeldalaclaire@hotmail.com
Publicar un comentario